Hay historias de muchas clases, historias de amor, de terror, de fantasía, de aventuras...
Todas y cada una de las historias que existen son, por si mismas, mágicas, ya que están creadas con unos ingredientes muy especiales y cada autor tiene su receta. Lo que es común entre los Tejedores de Historias, es que todos y cada uno de ellos hilbanan sus creaciones con una seda hecha de alma, y eso es precisamente lo que crea el mágico sortilegio.
Pues bien, los cuentacuentos tenemos el poder, y el deber, de hacer fluir esta magia. De expandirla, de hacerla cantar y danzar con nuestra voz. Ese es el cometido del Cuentacuentos: Despertar la Magia de las Historias.
No obstante... Hay una historia que los Cuentacuentos tenemos prohibido Narrar...
Esta prohibido por la "Ley de los Ecos" que ningún Cuentacuentos utilice su voz con esta historia.
El motivo por el cual no podemos hacerlo... es realmente inquietante...
Como ya he dicho antes, nosotros nos dedicamos a dejar fluir esa magia que duerme en las historias y que, en todas ellas, tiene un carácter amable. Esta "historia", por el contrario, esta enhebrada con sedas oscuras... y dicen las Hadas que no tiene autor, que se tejió ella misma...
La Magia de esta historia no requiere de una voz ajena que la libere, pues posee la suya propia.
Me atrevo, aunque no sin olvidar la Ley, a presentárosla aquí.
Vosotros decidís. Leedla o no.
Arriesgaros o no.
"Alea iacta est"
-Capitulo 1-
-Capitulo 2-
Todas y cada una de las historias que existen son, por si mismas, mágicas, ya que están creadas con unos ingredientes muy especiales y cada autor tiene su receta. Lo que es común entre los Tejedores de Historias, es que todos y cada uno de ellos hilbanan sus creaciones con una seda hecha de alma, y eso es precisamente lo que crea el mágico sortilegio.
Pues bien, los cuentacuentos tenemos el poder, y el deber, de hacer fluir esta magia. De expandirla, de hacerla cantar y danzar con nuestra voz. Ese es el cometido del Cuentacuentos: Despertar la Magia de las Historias.
No obstante... Hay una historia que los Cuentacuentos tenemos prohibido Narrar...
Esta prohibido por la "Ley de los Ecos" que ningún Cuentacuentos utilice su voz con esta historia.
El motivo por el cual no podemos hacerlo... es realmente inquietante...
Como ya he dicho antes, nosotros nos dedicamos a dejar fluir esa magia que duerme en las historias y que, en todas ellas, tiene un carácter amable. Esta "historia", por el contrario, esta enhebrada con sedas oscuras... y dicen las Hadas que no tiene autor, que se tejió ella misma...
La Magia de esta historia no requiere de una voz ajena que la libere, pues posee la suya propia.
Me atrevo, aunque no sin olvidar la Ley, a presentárosla aquí.
Vosotros decidís. Leedla o no.
Arriesgaros o no.
"Alea iacta est"
-Capitulo 1-
-Capitulo 2-
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