Bienvenido amigo o amiga a este lugar secreto.

Si traes en la bolsa los males y fantasmas del mundo real, cuidate de entrar, pues aqui no son bien recibidos. Limpia tu mente de dudas, preocupaciones y desengaños. Conviertete de nuevo en un niño.

En este lugar, fuera del espacio y del tiempo, solo encontraras las historias que un cuentacuentos tiene a bien recitar.
No esperes encontrar la magia porque no la hallaras. La magia que impregna las palabras tiene poder dentro de la mente y la fantasia no en la pantalla de un ordenador.
Lee cuanto quieras, imagina cada historia, porque si algun dia tenemos la suerte de encontrarnos, narrare la que mas te guste y entonces, y solo entonces, conoceras la verdadera magia; La magia del Cuentacuentos.

Asi que ahora relajate, lee, imagina, crea, sonrrie y desea con todas tus fuerzas que algun dia, alguien, te pueda hacer viajar sin moverte del sito.

martes, 10 de noviembre de 2009

El Arbol de las Luces

Me contaron una noche las hadas, con su voz de cristal, una historia muy peculiar.

Estaba yo escuchando sus delicadas canciones y les pregunté "¿De donde venís exactamente?" pues quería conocer el origen de aquellas criaturas, que tantas historias conocían. Ellas, rieron en voz baja y me contaron lo que ahora yo os cuento a vosotros:

"Hace mucho mucho tiempo y en un país muy muy lejano, me dijeron las hadas, vivían, en un pequeño pueblo, dos jóvenes enamorados. Su amor, conmovía corazones y derretía el hielo.

Se Amaban

Se amaban como solo se aman las dos partes de un mismo corazón.
La feliz pareja, tenia por costumbre subir a una pequeña colina, muy cerca del pueblo, a ver como, cada tarde, el sol daba paso lentamente a la noche.

Un día y en señal de amor, decidieron plantar un árbol en lo alto de aquel lugar. El Árbol creció increíblemente rápido, seguramente regado por aquel amor infinito, o por lo menos eso piensan las hadas, y pronto los dos jóvenes pudieron sentarse bajo sus fuertes ramas.
Como cada día se quedaban hasta mas tarde y la noche les sorprendía juntos cada vez mas a menudo, la Chica decidió adornar las ramas del Árbol con pequeñas lamparas de colores.
Eran felices bajo las luces.... Pero nada dura para siempre...

Una mañana de otoño el chico enfermó... y el Árbol se quedó solo.

Los primeros días, la Chica visitaba a su amor y le cuidaba, pues el no podía levantarse de la cama. Pero pronto el medico le prohibió a la Chica esas visitas.

"Podría empeorar, ¡o contagiarte a ti!" Afirmó.

La Chica se sentía desolada. Incluso cambió su habitación de lugar, de manera que pudiera ver el Árbol por la ventana... así al menos recordaba los bueno momentos.

Así pasaron varias semanas, y de pronto, una noche, mientras ella miraba melancólica por la ventana, vio como se encendían las luces multicolores de lo alto de la colina.
Por supuesto la chica pensó que su amor se había recuperado y que pretendía sorprenderla, así que salió corriendo hacia allí.

Llegó al Árbol cargada de esperanza, pero no encontró a nadie. Solo el Árbol y sus Luces.

Volvió a casa aun con la ilusión de encontrar al Joven esperándola y cuando llegó, su madre le dijo, con una cara que nunca olvidaría, que el Chico había Muerto.


La chica quedó destrozada...


No comió en varios días, no salia de casa, no miraba al Árbol... le dolía demasiado.

Pasó así varias semanas, sumida en una niebla de dolor y angustia, pero de pronto, una noche, su ventana se abrió súbitamente de par en par. Ella fue a cerrarla y cual fue su asombro al ver que comenzaban a encenderse pequeñas luces multicolor en lo alto de la colina...

La chica, se armó de valor y por primera vez en semanas salio de casa.
Fue a la colina y allí estaba: El Árbol con las lamparas que ella había colocado tiempo atrás encendidas.

Lo que allí estaba ocurriendo en realidad, era que el Árbol, habiendo pasado tanto tiempo con la chica, se había enamorado de ella y viéndola sonreír siempre bajo las luces, él las encendía ahora que ella estaba tan triste para que sonriera de nuevo.
Pero la chica en su dolor, lo malinterpretó, y pensó que era el espíritu de su amado, que habitaba en aquel lugar tan especial para ambos.

Los días siguientes la chica visitaba al Árbol y le decía que le amaba, pensando que a quien se lo decía era al espíritu del joven. El Árbol por su parte vivía en el sueño del amor de Chica, la cual le visitaba cada día y le decía que le quería.

Pronto los familiares y amigos de la chica se enteraron de aquello y, preocupados, intentaron disuadirla de aquella fantasía.

"La herida aun esta muy reciente... es ahora tu corazón quien habla y no tu cabeza. No hay nada en ese Árbol" le dijeron.

La chica se dio cuenta que realmente era una locura que el espíritu de su amado habitase en un árbol, así que tomó una determinación.

Fue a ver al Árbol por ultima vez y le dijo que se marchaba, que aun le dolía mucho y que no sabia si volvería. Le dejó un ultimo "Te Quiero" y una noche sin luna y sin estrellas si marchó al olvido.

Pero el Árbol nunca la olvidó y cada primavera, cuando el árbol florecía soñaba con ella. De estos sueños, nacían, a través de las flores, pequeñas hadas como recuerdo de su amada, y estas, vivían en el.

Y cuenta la leyenda que si, aun hoy, pasas cerca de aquel lugar
y tu amor derrite el hielo, en las noches sin luna y sin estrellas
veras luces de colores encenderse en lo alto de una colina."

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